viernes, 19 de noviembre de 2010

Funcionamiento del sistema monetario. El caso del campo de prisioneros (II)

Viene de aquí.

"Como parte de la tendencia natural hacia la simplificación, se dejaron de tener en cuenta las diferencias entre las marcas de cigarrillos; aunque no todos los cigarrillos eran igualmente deseables para los fumadores, si lo eran como dinero; un cigarrillo era un cigarrillo tanto para pagar la carne como para pagar otros bienes.

Los fumadores guardaban sus marcas preferidas para uso personal e intercambiaban las otras, con lo cual, los cigarrillos menos deseados se empleaban como dinero y los “buenos” se fumaban. Esto sirve para ilustrar la Ley de Gresham. Esta ley enunciada por primera vez por Sir Thomas Gresham, financiero isabelino (1519-1579), se resume popularmente como: “La moneda mala desplaza a la buena”. Los cigarrillos “malos” desplazaban de la circulación monetaria a los “buenos” y éstos, en su lugar, se fumaban.

Ley de Gresham: Cuando hay dos tipos de monedas cuyos valores en el intercambio son idénticos pero sus valores en otros usos (como consumo) son diferentes, aquel artículo más valioso se retendrá para su uso alternativo, y el menos valioso continuará circulando como moneda. Así, la moneda “mala” (menos valiosa) desplaza a la “buena” (más valiosa) de la circulación.

La tendencia de los prisioneros a considerar los cigarrillos como iguales entre sí ocasionó otro problema monetario. Los prisioneros, a menudo, extraían algo de tabaco antes de hacer circular el cigarrillo. El problema anterior se presenta en la circulación de monedas de oro: existe la tentación de sacar pedacitos de oro, o sea, “rebanar” las monedas.

Así el cigarrillo-dinero comenzó a “degradarse”; algunos prisioneros emprendedores hacían cigarrillos con tabaco de pipa o los rompían para rehacerlos, pero reduciendo la cantidad de tabaco en cada cigarrillo.

De forma similar, los gobiernos, de cuando en cuando, han caído en la tentación de envilecer las monedas de oro, fundiéndolas y volviéndolas a emitir con menor contenido en oro. (Los empresarios privados también han tenido un fuerte incentivo para hacer lo mismo, pero se les ha desalentado, a lo largo de la historia, con los severos castigos impuestos a los falsificadores.

Pero no fue el recorte ni el envilecimiento lo que causó los mayores problemas monetarios en el campo de los prisioneros. Mientras hubiera unas entradas estables de cigarrillos y de otros bienes, el sistema monetario funcionaría razonablemente bien, pero de cuando en cuando se interrumpía el suministro de la Cruz Roja de 25 o 50 cigarrillos semanales por prisionero.

Como los fumadores iban agotando las existencias de cigarrillos, éstos se hicieron cada vez más escasos. Los fumadores, desesperados, tenían que ofrecer cada vez más para conseguirlos, por lo que su valor aumentaba considerablemente. Planteado de otra forma, los otros bienes se intercambiaban ahora por menos cigarrillos: una caja de queso que se vendía antes por 20 redujo su valor a 15, 10 o incluso menos cigarrillos. En términos técnicos había una deflación, una caída en los precios de otros bienes medidos en relación a los cigarrillos.

Como los cigarrillos se hacían más escasos y los precios continuaban bajando, los prisioneros empezaron de nuevo con el trueque intercambiándose otros bienes. Los fumadores, que aún mantenían algunos cigarrillos, se mostraban muy reacios a utilizarlos para hacer compras.

Entonces, cuando miles de cigarrillos, llegaban al campo por breve período de tiempo, los precios subían rápidamente. En otras palabras, el valor de los cigarrillos cayó. Había una inflación. Los prisioneros empezaron a ser reacios a aceptar cigarrillos como pago de otros bienes. Una vez más apareció el trueque.

Por tanto: El sistema funcionaba suavemente sólo en la medida en que se mantenía un equilibrio razonable entre la cantidad de dinero (cigarrillos) y la de otros bienes."

Continuará...


jueves, 18 de noviembre de 2010

Funcionamiento del sistema monetario. El caso del campo de prisioneros (I)

Este es el primer post de la serie dedicada a fundamentos económicos. En él, se va a tratar de explicar, empleando una metáfora con un campo de prisioneros, el funcionamiento del elemento base de la economía; el dinero: cómo aparece, cómo se crea,  y cuál es su valor.

Es frecuente cuando se habla de algún tema de actualidad, y existen problemas de índole económica, que alguien pregunte: "Si el Gobierno tiene una máquina de imprimir dinero, ¿por qué no imprimen billetes, se los dan a la gente, y así se acaba la crisis?". Esta idea, que a priori parece tan evidente y tan buena, no lo es tanto cuando se comprende el funcionamiento del sistema monetario. Veámoslo con un ejemplo:

"Debido a que el trueque es tan ineficiente, hay una tendencia natural para que algo sea aceptado como dinero. Las fuertes tendencias que conducen a la aparición del dinero pueden explicarse por medio de un ejemplo específico de una economía que empezó sin dinero: fue el caso de un campo de prisioneros de guerra en la Segunda Guerra Mundial.

Las relaciones económicas en dicho campo eran primitivas y el número de bienes muy limitado, pero se conseguían algunas cosas: raciones suministradas por los alemanes y paquetes de la Cruz Roja, que llegaban periódicamente. Cada persona recibía un paquete que contenía una variedad de artículos como queso, jamón, margarina y cigarrillos. Los no fumadores que recibían cigarrillos estaban obviamente ansiosos por intercambiarlos por otros artículos. Se establecía así lógicamente la base del intercambio.

Al principio el intercambio fue difícil, sin una clara imagen de los valores relativos de los diversos bienes. Una vez, un prisionero empezó a dar vueltas por el campo con únicamente una caja de queso y cinco cigarrillos y regreso con un paquete completo de la Cruz Roja. Lo había obtenido comprando bienes donde estos eran baratos y vendiéndolos donde eran caros. Pero, con el tiempo, se fueron estabilizando los precios relativos de los distintos bienes y pasaron todos a definirse en relación a los cigarrillos. Por ejemplo, una caja de queso equivalía a veinte cigarrillos.

No solo los cigarrillos se convirtieron en el patrón de medida para fijar los precios, sino que también se utilizaron como el medio de cambio común. Es decir los cigarrillos eran los productos utilizados para comprar bienes. Los cigarrillos se convirtieron en el dinero del campo de prisioneros de guerra. Esto fue una evolución natural, aunque no había gobierno que decretara que los cigarrillos eran dinero, ni una autoridad que reforzara esa elección. En otras épocas y otras sociedades, otros artículos se han convertido en dinero; bienes tan diversos como abalorios, dientes de marsopa, arroz, sal, rosarios, piedras, ruedas de piedra e incluso cráneos de pájaros carpinteros.

El cigarrillo-dinero hizo que la economía primitiva del campo fuese más eficiente: pero empezaron a surgir problemas, incluyendo algunos similares a los que aparecen en los sistemas monetarios más avanzados.

Continuará...

martes, 16 de noviembre de 2010

Antecedentes y Objeto

"Toda frase breve acerca de la economía es intrínsecamente falsa" (Alfred Marshall)
 
Siempre he creído que la economía era muy importante, probablemente la más importante de todas las ciencias (al fin y al cabo, "es el motor de la Historia"). También creo que es muy probable que mucha gente no esté de acuerdo con esta afirmación.
 
Desconozco cuánta gente debate acerca de las diferencias entre nutrición autótrofa y heterótrofa (Pág. 19, columna derecha, línea 2) mientras toma unas cañas en el bar, ni cuánta gente come gracias a su conocimiento acerca de la reproducción asexual en microorganismos eucariotas. Tampoco se si en este país somos tan inútiles que hay que decirnos qué pensar de las cosas (Pág. 42, columna derecha, bloque 2.4).
 
Lo que sí se, es que el 99,9% de los ciudadanos piden alguna vez una hipoteca, un préstamo, una tarjeta de crédito... y con suerte leen el periódico o ven las noticias, donde constantemente se habla de temas relacionados con la economía. Pero lo más importante es, que todos tienen el derecho y la obligación de votar. Tienen que votar a los Administradores de los Bienes Públicos. Da igual hablar de política social, industrial, infraestructuras, sanidad... al final todo se reduce a una única cuestión: cuánto dinero público se gasta y en qué. Por definición, economía.
 
En marzo de 2008, durante la campaña electoral, se aprovechó el hecho de que el 99% de la población española no posee ni siquiera unos conocimientos básicos de economía para perpetrar el más vil, sinvergüenza y pusilánime acto de estafa que ha presenciado este país. La exposición del Señor Solbes en su debate contra Pizarro pasará a la historia en los manuales de timos a gran escala. Sólo hay que repasar las hemerotecas desde agosto de 2007 a enero de 2008 para ver que la crisis era innegable. Hay que ser muy canalla para negarlo en público 7 meses después, con el único propósito de ganar unas elecciones.
 
Puede que a alguien interese que el público general no entienda nada sobre economía para poderlo engañar fácilmente con un puñado de palabras selectas, o puede que no. Me es indiferente. Este blog que hoy nace, viene al Mundo con el objetivo de ser un faro de luz en el mar de sombras del desconocimiento económico, y ayudar así a entender el funcionamiento de esa verdad universal: que el dinero mueve el mundo.